DANI ROJO ES PROFESOR EN EL COLEGIO CONCEPCIONISTA DE ARENYS DE MAR (BARCELONA). SU CORAZÓN SOLIDARIO LE HA LLEVADO A VIAJAR POR DISTINTOS LUGARES DEL MUNDO. AGRADECEMOS QUE HAYA COMPARTIDO SU TESTIMONIO CON TODOS NOSOTROS.
Un año más decidí preparar mi pequeño equipaje y emprender el viaje hacia la India. La primera vez que visité el país fue en el verano del 2005 y la verdad es que no me dejó indiferente.
Puedo considerarme una persona muy afortunada pues he tenido la posibilidad de conocer distintos países y culturas (México, Estados Unidos, Tailandia, Vietnam, Camboya, Nepal, China- Tibet, India, Francia, Alemania, Italia, Suiza,...) pero India es distinta, este país es mágico, generoso, miserable, colorido, caluroso, lluvioso, ruidoso... Y un sin fin de adjetivos que no son suficientes para describirlo. Muchos de ellos a veces contradictorios.
Este verano he recorrido diferentes zonas del país en trenes, autocares locales, aviones..., con un presupuesto ajustado y con lo mínimo para poder pasar un mes.
Para viajar no hace falta casi nada, sólo tener la mentalidad abierta, estar preparado para vivir con la gente del lugar experiencias y vivencias extraordinarias.
Antes de emprender este tipo de viaje mucha gente me pregunta por qué voy a lugares con tanta miseria y enfermedades. La verdad es que quizás en estos sitios la gente es muy distinta a la de nuestra sociedad consumista y egoísta. Antes de clasificar a la India como un país pobre tendríamos que definir qué es la pobreza. ¿Una sociedad pobre es aquella que no puede acceder a los bienes materiales? ¿Por no tener los mismos recursos que nosotros?. En ese sentido es pobrísima pero a nivel humano es todo lo contrario, creo que nosotros tendríamos que aprender mucho de ellos.
Entre las distintas zonas que visité pude conocer la gran labor que realiza Jaume Sanllorente y su equipo en "Sonrisas de Bombay". Esta organización da un futuro más prometedor a la casta de los intocables y a los enfermos de lepra, les ofrecen acceso a los estudios y asistencia médica. Pude visitar los distintos proyectos situados en los “slums” de Bombay. Visité distintos centros educativos y un centro para leprosos. Lo más sorprendente fue la gran acogida que tuve en esos lugares, siempre con una gran sonrisa y un simple "thank you for your visit". La cara de esa gente y el simple hecho de sentirse queridos no tiene precio. Los niños de los colegios estaban enloquecidos con la novedad de ver un "extranjero" en sus aulas. Estuve jugando, dibujando, viendo sus trabajos escolares... Sus miradas desprendían una felicidad indescriptible al sentirse atendidos y queridos.
Después, al llegar otra vez a Barcelona ves las cosas cotidianas y los problemas de distinta manera. Muchas veces nos preocupamos de cosas insignificantes.
Regrese sin equipaje, pues me desprendí de mis pocos bienes materiales, pero mi maleta vino un año más repleta de experiencias y vivencias inolvidables.
-Dani Rojo-