martes, 25 de abril de 2017

ECOS DEL PENSAMIENTO DE STA. CARMEN Nº 34

“ «Lo que Dios quiera» debe ser un lema en nuestra vida.

REFLEXIÓN DE M. ROSARIO MORENO, rcm
Otra vez nos encontramos. En esta ocasión quiero recordarte un lema que fue y ha sido para mí a lo largo de la vida: “Lo que Dios quiera”. Lo escuché mucha veces de labios de mis padres y de personas de mi entorno familiar y social. Me tocó vivir tiempos difíciles, como los que estás viviendo tú en este mundo revuelto y complicado. Tiempos difíciles en mi familia, donde se sucedieron acontecimientos dolorosos y a veces duros de aceptar, como la enfermedad, la falta de trabajo, la muerte de miembros muy queridos… que hacían exclamar con frecuencia  y confianza a mis padres y familia: “Lo que Dios quiera”.
También en la sociedad de entonces, como en la actual, hubo revueltas políticas que traían no pocos interrogantes sobre el futuro, y que es posible que tú también te los plantees. ¿Qué pasará? ¿Qué nos traerá el futuro? ¿Hacia dónde camina esta sociedad, la familia, la Iglesia, y el mundo? Seguro que te lo has preguntado alguna vez.  Yo viví un cambio de época en lo familiar, en lo social, en lo religioso y moral, en lo económico y político, en  el que parecía que todo se ponía en entredicho. Quizá tú sientes lo mismo y que hasta te falta un suelo firme donde asentar tus pies para caminar. Recuerda que “nada es perfecto”, como dice “El Principito” y que “ninguna sinfonía está concluida”, como afirma un teólogo de estos tiempos (Karl Rahner). Pues bien: ¿dónde quiero llegar con todo esto? A compartir esos ecos de las palabras que en mi ambiente familiar y social yo con frecuencia, escuchaba “Lo que Dios quiera”.
Allí, desde mi niñez, aprendí a confiar, a dejarme conducir por la mano Providente de Dios. Si algo realmente conservo y hago mio cada día de esto es que hay un hilo conductor en la vida,  invisible con frecuencia, pero que está guiado por un Padre Bueno y Misericordioso que solo quiere el bien de su hijos. No es fácil aprender esta lección, pero te aseguro que la vida enseña y educa si sabes vivir así, abandonado en las manos providentes de Dios y ocurra lo que ocurra digas: “Lo que Dios quiera”.
Pasaron los años de la infancia y adolescencia, un camino a menudo con obstáculos, pero en el que fui descubriendo desde el hogar y en la escuela y sobre todo en el encuentro con la Palabra de Dios y la oración secreta del corazón a decir: “hágase tu voluntad, Padre”, versión orante de “Lo que Dios quiera”. Llegó el momento de mi discernimiento vocacional, que ya sabes lo largo y complejo que fue en mi vida, repetía con frecuencia: “Lo que Dios quiera”.
Pasaron los años, y lo enseñaba a las primeras religiosas con las que tantos avatares pasamos en aquellos años de la Fundación Concepcionista. Cada casa fundada, cada proyecto que hacía lo presentaba en la oración y discernimiento y terminaba diciendo “Lo que Dios quiera”. Te contaría muchos casos concretos pero no es posible en este momento.
Conté con Santa Teresa de Jesús como maestra espiritual para mi vida de oración personal y ella lo repetía con frecuencia y hasta lo cantaba en un himno: ¿lo conoces? Se llama “¿Qué mandáis hacer de mí? También a S. Ignacio de Loyola, cuya espiritualidad fui bebiendo, y lo repite en sus “Ejercicios espirituales”; y que prácticamente todos los santos lo han tenido como lema de su vida. Toma cualquiera de ellos, los que más te gusten y lo comprobarás.
En fin: te lo repito: “Lo que Dios quiera”. Hagamos de ello un lema  para nuestra vida. Todo saldrá bien si vives esta actitud de confianza y abandono en Dios, porque no te he dicho que esto no tiene nada de resignación pasiva sino de confianza activa; en este lema está condensada toda la espiritualidad cristiana: vivir la Fe, la Confianza y el Amor.
Vivir así es camino seguro, ocurra lo que ocurra en tu vida. No lo olvides: Dios es Padre y solo quiere nuestro bien. Así que repite: “Lo que Tú quieras, Padre”.

viernes, 21 de abril de 2017

PASCUA CONCEPCIONISTAS 2017

Una nueva PASCUA,  diferente pero igual de apasionante... Toledo volvió a ser el destino elegido por el grupo de concepcionistas que deseaban, como Jesús,  celebrar la Pascua...y prepararon un lugar: La Parroquia de San José Obrero, que con su sacerdote,  Quillo, abría un año más sus puertas y acogía de corazón a jóvenes y familias que deseaban vivir esos días de encuentro y comunión.
El video que os ofrecemos a continuación recoge muchos de los momentos vividos.
Gracias por compartirlo!!
En próximos días publicaremos algunos testimonios de la experiencia vivida.

martes, 4 de abril de 2017

ECOS DEL PENSAMIENTO DE STA. CARMEN Nº 33

“El amor a Dios y la confianza en su amor constituyen el más sólido fundamento de la felicidad”.

REFLEXIÓN DE M. BELÉN GÓMEZ, rcm
M. Carmen quiso dejarnos en su herencia algunos indicadores del camino hacia la felicidad. Ella sabía que todos buscamos ser felices, pero a veces el camino no es el correcto, por eso nos recordó que amar a Dios y confiar en su amor es un cimiento sólido para construir nuestra vida.
Este camino tiene una puerta de entrada que es reconocer todo lo que hemos recibido de Dios: la vida, la familia, los amigos, la fe… son regalos que nos hablan de amistad, de cariño y cuidado de Dios en nuestra vida. Por eso, podemos decirle “Creo en tu amor, confío en Ti”. Creer en el amor de una persona es la mejor manera de amarla.
El amor no se impone, el amor se da y se entrega pero hay que acogerlo, por eso para M. Carmen abrirse al amor y la confianza en Dios son los cimientos más sólidos para edificar nuestro proyecto de vida: resisten dudas, miedos, sufrimiento, oscuridad, pruebas… porque...
Si amas a Dios en ninguna parte estarás solo, Él camina siempre contigo.
Si te dejas amar por Dios no te perderás, porque Él te conducirá por el camino de la vida.
Si confías en Dios, encontrarás la felicidad, porque ser feliz es saber que todo tiene sentido y que tu corazón está lleno de un don que no se agota: el cariño, la ternura que Él derramó primero en tu vida.

Por eso, nada ni nadie podrá separarnos del amor de Dios que se nos regaló en Jesús y en su Palabra, y en aquellos que como Carmen Sallés, han caminado tras sus huellas haciendo el bien y regalando vida.