M. Benita Espadas, es la Superiora y Directora del Colegio de Arenys de Mar (Barcelona). Fue muchos años Directora también en el colegio de Buitrago de Lozoya (Madrid), fue Madre Provincial de la Provincia de España, Consejera General de la Congregación... Muchos años de servicio y entrega desinteresada y generosa a la Congregación Concepcionista. Ella hoy nos ofrece su reflexión de este bello pensamiento de Santa Carmen, que también descubrió en el amor gratuito de Dios una llamada a responderle con generosidad y gozo.
Agradecemos a M. Benita su reflexión y a todos los que nos estáis escribiendo para expresar cuánto os gustan estos pensamientos y reflexiones, desde nuestro blog, ¡gracias también!
ECO Nº 4 DEL PENSAMIENTO DE CARMEN SALLÉS
“El amor
gratuito de Dios, descubierto y recibido como historia de salvación, nos
llevará a querer agradarle en todas las cosas y nos estimulará a responderle
con generosidad y gozo”
REFLEXIÓN de
M. Benita Espadas Lazo, rcm:
Cuando alguien me mira con cariño, cuando alguien me pone la mano en el
hombro, cuando alguien me ayuda desinteresadamente, cuando alguien me dice: “Te
quiero”…, mi corazón se ensancha, se llena de alegría, mi vida adquiere una
nueva dimensión, soy alguien para alguien, dejo de ser “tierra abandonada, que
diría M. Carmen, para ser “tierra bendecida, con dueño”.
Pues…, cuando ese Alguien, es una persona muy especial, es Jesús de
Nazaret, el mismo Dios en persona, la nueva dimensión que adquiere mi vida es insospechada.
Me siento bendecida, querida, mimada, desde el seno materno hasta hoy; Dios ha
estado siempre, siempre, en mi vida, pero ha habido momentos especiales en los
que se ha manifestado con más claridad, Vivo, Resucitado, como a Mª Magdalena,
a los de Emaús…
Y con esta experiencia en el corazón, ha sido fácil responder a su amor,
entran ganas de anunciarlo, de decirlo, de parecerme más a Él, de amarle más y
amar a todos los que ha puesto en mi camino, en especial a niños y jóvenes. M.
Carmen nos dice: “Encontrarás a Cristo en el corazón de los niños”. Ahí, entre
otros signos, lo encuentro cada día y mi vida está llena de alegría, soy muy
feliz. ¿Quieres probar? ¿Quieres experimentar lo que Jesús te quiere a ti?