martes, 5 de marzo de 2013

ECOS DE LA CANONIZACIÓN

PEREGRINACIÓN FAMILIAR A ROMA

Seguimos con nuevos "ecos de la canonización" que nos van haciendo recordar y volver a disfrutar ese día tan especial de la canonización de M. Carmen. Damos las gracias a Elena y Andrés, del colegio de Madrid- Princesa, por compartir su experiencia con nosotros.
 
¡Qué privilegio poder estar en Roma y asistir a la Vigilia y la Canonización de nuestra Fundadora! Damos Gracias a Dios porque ha sido mucho más que un viaje, ha sido una peregrinación y una peregrinación familiar.
Hemos podido ir toda la familia, los cinco, y esto, sin duda, es un verdadero privilegio y, a lo largo del viaje, en todo momento, desde la salida, hasta la despedida, nos hemos encontrado con otra familia, la Concepcionista, que desde siempre nos ha acogido y nos ha hecho sentirnos queridos y este, es otro privilegio.
Durante unos días Roma ha sido de los y las Concepcionistas. Por donde ibas te encontrabas personas conocidas y otras que, sin serlo, se identificaban como peregrinos Concepcionistas y nos saludábamos con la alegría y la emoción de compartir un mismo y santo motivo en nuestro viaje. Nos hemos juntado con religiosas, profesores,  padres, antiguos alumnos, abuelos, personal del colegio, y con todos ellos, hemos compartido momentos de encuentro sinceramente entrañables. Daba igual de dónde eras, de dónde venías, con quién estabas, todos éramos Concepcionistas, nos reconocíamos así y dábamos gracias porque M. Carmen nos tenía allí reunidos en su nombre.
El sábado día 20 fue un día de emociones y de interiorización del carisma concepcionista y del espíritu de M. Carmen. Nuestros hijos llevaban semanas ensayando en el Colegio su participación en la Vigilia de Oración. Todas las noches mientras cenábamos nos contaban sus ensayos, pero ahora era distinto, había llegado la hora de la verdad. La Providencia quiso que en el último momento nosotros también participáramos y, sin buscarlo ni merecerlo, de pronto nos encontramos los cinco en el escenario del Parco de la Música viviendo un momento inolvidable y de auténtica emoción que de nuevo nos obliga a expresar el gran privilegio que esto ha sido para nuestra familia.
Cuántas gracias a Dios y a las Madres Concepcionistas por permitirnos participar en la Vigilia de Oración y en su preparación. Desde los ensayos por la mañana, hasta el Himno que cantamos al final de la Vigilia por la tarde, fuimos testigos de la entrega, y dedicación de sus organizadoras y de sus participantes.
Lo que por la mañana parecía no terminar de concretarse, por la tarde resultó ser una auténtica Vigilia de Oración donde tuvieron cabida momentos de alegría (con el recibimiento de los participantes), de emoción (con el testimonio de Mª Isabel “la niña del milagro” y de sus padres), de recogimiento e interiorización (con los actos centrales sobre la vocación y obra de M. Carmen) y de festividad y hermanamiento (con las actuaciones representando a los cinco continentes). De allí todos hemos salido más Concepcionistas, más impregnados de su carisma y de su obra.
El Domingo día 21 tuvo lugar el momento central de la peregrinación con la Canonización de  M. Carmen y la celebración de la Eucaristía en  la Plaza de San Pedro, todo lo vivimos con el recogimiento exigido por la trascendencia del momento que pudimos interiorizar gracias a la Vigilia de la tarde anterior que preparó para ello nuestros corazones.
Nuestra Fundadora ya es santa, su vida ha llegado a lo más alto que puede aspirar un cristiano y sus frutos los disfrutamos y gozamos cada día a través de su obra, sus religiosas y el sello que imprimen en la educación de nuestros hijos.
También los frutos de esta peregrinación los estamos disfrutando ahora, tenemos un nuevo modelo de imitación y una nueva Santa que intercede por nosotros y por el futuro de lo que más queremos, nuestros hijos.
Gracias al Colegio, gracias a sus religiosas y profesores y gracias sobre todo a SANTA CARMEN SALLÉS.
 
Elena y Andrés con sus hijos