Los días 7 y 8 de Noviembre un grupo de 45 jóvenes concepcionistas
iniciaron la gran aventura de dar respuesta a una pregunta: ¿BUSCAS ALGO
MÁS?.
En tan sólo 48 horas fueron dando respuesta a este interrogante (y a otros que
fueron surgiendo) guiados por las responsables de la convivencia, acompañados
por un buen grupo de compañeros de camino, iluminados por la Palabra, serenados
por el silencio, animados por la alegría del ambiente, envueltos por la belleza
del entorno... y sobre todo, llevados de la mano de Dios, empujados por el
soplo del Espíritu.
Fue un encuentro inolvidable y una experiencia que dejó huella en todos.
Ellos mismos nos cuentan y comparten con nuestro blog, algunos retazos de lo
que vivieron en ese tiempo de gracia y de gozo.
Todo empezó con
un cartel en el pasillo de las clases, un cartel con un dibujo, un cartel con
una frase “BUSCO ALGO MÁS”. La verdad, parecía tratarse de un cartel
corriente, impreso a todo color, pegado en una pared… pero, ¿qué tenía aquel
cartel, que solo nos llamó la atención a ciertas personas? Todos lo veíamos,
pero solo algunos lo mirábamos, aquellos que miramos, aquellos, nos llenamos de
luz.
Al principio,
los que íbamos a ir por primera vez, nos invadió el miedo, no es fácil
ser diferente, vivimos condicionados a los demás, pensando que si los seguimos
caminando por la carretera será más fácil que andar por un sendero, lleno de
piedras e insectos, pero una vez más pusimos nuestra confianza en Dios… “Dios
proveerá” dijo madre Carmen. En apenas un día y medio aprendimos a apreciar la
belleza del sendero, que cada pequeña cuesta servirá de entrenamiento cuando se
acerque una mayor, que en cada problema, Jesús nos coge de la mano, se mantiene
cerca, muy cerca y es la suela de nuestros zapatos.
Con una misma
chispa se encendieron unos cincuenta corazones, que por separado no parece ni
siquiera que den luz, no parecen “fuego”, pero que con tocar una simple hoja
pueden hacer arder, hectáreas y hectáreas de bosque. A eso fuimos los pequeños,
a encontrar esa luz, y los mayores volvieron para renovarla.
Dicen que la
fórmula de la felicidad está a buen recaudo escondida en algún lugar, pero la
verdad que nosotros la descubrimos aquel fin de semana, no hay nada capaz de
hacernos tan felices como saber que no estamos solos. Esto nos quedó clarísimo,
“no estás solo, tu corazón late al ritmo de otros”, decía un pequeño
corazoncito amarillo.
Al ritmo… suena
a música. La música que expresa lo que somos, y nada como aquella canción que
nos pusieron:
“Busco algo más que dé sentido
busco algo más que me despierte
busco algo más que dé latidos
a mi pobre corazón.”
Fuimos buscando
algo más, y aunque solemos estar más perdidos que una gota en el mar, allí
encontramos ese ALGO, o por lo menos encontramos la clave para alcanzarlo
más adelante. La luz que allí encontramos no se quedó entre esas cuatro
paredes, se fue dentro de todos y cada uno de los corazones y aún sigue en
ellos, encendiendo chispazo a chispazo más y más corazones, todos con ese talento
común, talento que siempre estuvo presente y ahora queremos compartir con
todos, nuestro talento CONCEPCIONISTA.
Rebecca Cerrada, Álvaro Iglesias, Irene Campos y
Aurora Martínez
Colegio Madrid-Hortaleza