viernes, 25 de noviembre de 2016

JÓVENES CONCEPCIONISTAS DE RUTA POR BARCELONA

Para los Jóvenes que pertenecen al Movimiento concepcionista Misionero, este año la Asamblea fue a finales de octubre, haciendo una ruta muy especial: La Ruta de M. Carmen por Barcelona, su tierra natal. Vivieron momentos muy especiales y disfrutaron mucho, pero es mejor que lo cuenten ellos mismos. 
Hoy lo hará Mª Eugenia, para los que la conocemos, Piki, nuestra amiga y compañera del colegio de Ponferrada que ya estudia 2º de Bachillerato. ¡Muchas gracias por dedicarnos este ratito, escribiendo tu experiencia!

Después de un largo viaje en autobús sin importarnos las horas que fueron, llegábamos por fin a uno de los encuentros más esperados. En mi caso era la última asamblea ya que estoy en segundo de bachiller así que os podéis imaginar las ganas que tenía de reencontrarme con todos mis amigos concepcionistas.
El primer día nos pusimos de camino a Vic para ir a conocer la ciudad donde nació nuestra fundadora, Santa Carmen. Allí recibimos una bienvenida en la Catedral de la ciudad y tuvimos una Celebración que nos ayudó a interiorizar lo que íbamos a vivir ese fin de semana. Más tarde visitamos el Ayuntamiento, en el que se encuentra un retrato de ella. La tarde visitando Barcelona fue inolvidable, visitar la Sagrada Familia, dar un paseo por las Ramblas, conocer el puerto de Barcelona y por último visitar Las Fuentes de Monjuic. No tenía otra palabra que como dije antes, inolvidable.


En el segundo día de nuevo subimos al bus camino de Montserrat que es el lugar donde Madre Carmen sintió la llamada de Dios. Empezamos el recorrido del Vía Crucis que nos llevaba a la Santa Cueva. Cuando todos los coles lo terminamos nos reunimos para rezar en el Monolito de Madre Carmen. Desde mi punto de vista Montserrat fue impresionante, un lugar realmente precioso donde tuvimos momentos de oración pero también de diversión entre nosotros. De vuelta a Barcelona iniciamos una visita guiada por el Barrio Gótico. Más tarde fuimos a la Iglesia de Santa Maria del Mar, donde tuvimos una misa en la que el sacerdote nos mencionó especialmente a los concepcionistas.
El lunes fue el último día donde tuvimos una despedida en la capilla del colegio de Barcelona. Para casi todos era un día similar al viernes, nos esperaba un viaje largo pero había algo que nos ponía más tristes, la despedida. Entre llantos, besos y abrazos nos despedimos unos de otros, pero nunca diciendo adiós, porque aunque para mí fuera mi última asamblea sé que nos volveremos a ver, porque aparte de ser compañeros concepcionistas somos amigos para siempre.

Piki, alumna del Colegio de Ponferrada

Reencuentro con amigos de otros coles


domingo, 20 de noviembre de 2016

FIESTA DE LA NIÑA MARIA 2016

Día entrañable para la Familia Concepcionista. Hasta el cielo llegan voces que corean "Viva la Niña María" en español, inglés, francés, coreano, japonés, lingala, fang, creole, tagalo... Y la Virgen Niña sonríe desde el cielo, y danza de nuevo como lo hiciera con 3 añitos en el Templo de Jerusalén, sobre las puntas de sus piececitos que acarician las nubes y dejan estelas de luces de colores a su paso. María, siempre Niña. María, nuestra Niña, la de todos, pequeños y mayores, que nos remonta a la infancia y a la juventud y saca de nuestros corazones la esperanza y la ilusión, la alegría y la emoción. 
Niña María, sé tú siempre nuestro NORTE, nuestra GUÍA y sigue protegiendo nuestras vidas en nuestro caminar.



sábado, 19 de noviembre de 2016

ECOS DEL PENSAMIENTO DE STA. CARMEN Nº 25

ECO Nº 25 DEL PENSAMIENTO DE SANTA CARMEN SALLÉS   
El trabajo que realizamos es santificador, un medio para encontrarnos con Dios. El Espíritu Santo, durante este trabajo, descenderá sobre nosotros y habitará en nuestro corazón”

REFLEXIÓN de M. Victoria Zorrilla, rcm
De nuevo con vosotros, ¡qué alegría! ¡Me gusta tanto poder compartir aquello que llena mi vida…!
Hoy quiero hablaros del trabajo, de cómo todo aquello que realizamos nos ayuda a avanzar en nuestro camino hacia el Cielo; es decir que nos conduce a ser santos, nos santifica. Para ello nos ha dado Jesús el Espíritu Santo que habita en nuestros corazones y nos ayuda a comprender las enseñanzas de Jesús y a realizarlas con amor y coraje. Esta presencia actúa en nosotros como un soplo que nos infunde una vida nueva, una fuerza nueva, un dinamismo increíble que nos hace trabajar con amor, con alegría y responsabilidad, sin desanimarnos y sin dejarnos caer en la tentación de la mediocridad. ¡Ah!, es muy importante que escuchemos al Espíritu Santo, y sigamos sus inspiraciones, y estad seguros, son siempre para hacer cosas buenas y para hacerlas bien. ¡Qué maravilloso es Jesús para con nosotros! Como sabe que somos débiles, que nos desanimamos, nos ha dado su Espíritu, así podremos trabajar siempre con nuevas fuerzas, avanzando hacia el Cielo.
Ya sé que no es fácil hablar del trabajo. Cuando lo tenemos, nos sentimos angustiados; nos acecha la pereza y la falta de responsabilidad; y cuando no lo tenemos nos preocupamos, sobre todo mirando al futuro; por eso precisamente es importante que hoy aprendamos una manera nueva de trabajar.
En primer lugar recordamos lo que ya sabemos: el trabajo es bueno y necesario; tenemos derecho a trabajar; trabajando se desarrolla nuestra personalidad. El trabajo es vinculo de unión con los demás seres; fuente de recursos para sostener la familia; medio de contribuir a la mejora de la sociedad en la que vivimos, y al progreso de toda la humanidad. ¡Qué bonito y qué comprometedor! Pero además, para un cristiano, esas perspectivas aumentan y se amplían, porque el trabajo aparece como participación a la obra creadora de Dios y porque, además, al haber sido asumido por Cristo, porque Él también trabajó, el trabajo se nos presenta como realidad redimida y redentora, se presenta como medio y camino de santidad, un medio para encontrarnos con Dios. Sí, el Señor se hace presente en nuestro trabajo; lo realizamos con Él y por Él. San Pablo nos dice: “Todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres”.

No olvidéis, también que a quien desea ser santo, no le basta trabajar; debe trabajar bien, empeñándose. Recordáis mis palabras: “Haz lo que haces, hazlo por Dios y hazlo bien”. Cuando yo enseñaba a las niñas y a mis religiosas, les decía esto desde el fondo de mi ser. Yo había vivido esa experiencia maravillosa; desde muy niña lo descubrí con alegría, pues así lo aprendí de mis padres y luego lo guardé en mi corazón como un tesoro. Yo sentía cada día que si en mi corazón hacía presente la memoria de Jesús y le contaba lo que tenía que hacer aquel día, en aquel momento preciso, su presencia se hacía más viva en mí y así “con Jesús trabajando, con Jesús caminando…”, todo era más fácil, yo lo hacía con esmero para agradarle a Él y eso me hacía feliz. Hoy te quiero invitar a vivir esta experiencia de trabajar con esmero, primorosamente, con responsabilidad, con amor y perseverancia; en resumen, hacerlo todo con Jesús y verás cómo tu vida será más bella y más gozosa.

domingo, 13 de noviembre de 2016

HISTORIA DE UN CAMINO

Son muchas las experiencias que se han ido viviendo este verano. Algunas se han ido compartiendo, otras nos van llegando y, como no las podemos publicar todas a la vez, las iremos subiendo al blog poco a poco. A todos os damos las gracias por seguir "haciendo familia" compartiendo y ayudándonos a enfocar la vida de otra manera, con las experiencias que nos contáis.
Un grupo de alumnas del colegio de Segovia son hoy las protagonistas, contándonos su experiencia del Camino de Santiago que realizaron con un grupo de jóvenes de la Parroquia de Quillo, de Toledo y de varios colegios Concepcionistas. ¡Enhorabuena y muchas gracias!


Esta es una historia que dio comienzo así: ninguna de las que nos apuntamos había hecho “el camino” por lo que era una nueva experiencia y no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar. La primera sorpresa la encontramos nada más subir al autocar que nos recogió en San Rafael,  en el que encontramos un ambiente muy acogedor y agradable. Éramos un grupo formado por gente de Toledo, Madrid, San Lorenzo de el Escorial y nosotras, de Segovia.
Desde el primer día, después del viaje en autobús, comenzamos a caminar. El cansancio se fue haciendo presente;  la etapa de cada día, con sus kilómetros de subidas y bajadas; los madrugones, la falta de descanso al no poder dormir en el “cómodo colchón de tu cama”, sino en el suelo, a veces con frio y falta de espacio, acaba pasando factura. Cada día era un nuevo reto: ¿seré capaz de superar hoy la etapa?  
A mitad de semana nos enfrentamos con la etapa más dura: ¡38 Kilómetros! Caminamos por la mañana y por la tarde. Cuando parecía que ya ibas a llegar, aún quedaba “otro kilómetro” por recorrer. Estaréis pensando: ¡pues menuda aventura! … Sin embargo, curiosamente, todas coincidimos en que es una experiencia que merece la pena vivir. Al regreso el comentario común de todas nosotras era: “Yo repetiría el camino una y mil veces más”. Es una experiencia que hay que “vivir”, no se puede contar; hemos podido aprender que nunca se empieza el camino como se acaba; sientes que algo por dentro te ha hecho cambiar.
El Camino no consiste solo en caminar cada día un montón de kilómetros para comprobar si eres o no capaz. El camino es un lugar de encuentro con personas, con muchas de las cuales acabas haciendo una bonita amistad. Es una oportunidad para apreciar la magia del paisaje, la belleza de la Creación, experimentar el silencio en medio de la naturaleza; una experiencia de superación e interiorización.
Los responsables del camino y los monitores, nos fueron ayudando a descubrir la riqueza que ofrece el camino, especialmente Quillo, sacerdote de Toledo y M. Nieves, Religiosa Concepcionista de San Lorenzo de El Escorial, que intentaron hacer  que cada día fuese una experiencia nueva y positiva, ayudando, animando y apoyándonos en todo momento.
Por la noche además de un pequeño rato de encuentro y oración, terminábamos con una divertida velada en la que, mejor o peor, cada uno intentaba aportar su granito de arena para crear un ambiente de cercanía y familiaridad. Al final del día dormir en el saco era todo un lujo y, al meterte en él,  y a pesar del cansancio, sentías una gran alegría y satisfacción interior.
Hemos tenido la oportunidad de compartir grandes momentos con gente con la que no esperabas congeniar; poco a poco vas descubriendo en algunas personas grandes valores como la humildad, la generosidad, la sinceridad, la cercanía y la ayuda desinteresada. El camino es una buena escuela para aprender a convivir  y también para descubrir la importancia de respetar, pues en algunos albergues compartes las instalaciones con otros peregrinos que también necesitan descansar. Hemos aprendido cómo comportarnos y actuar en cada momento y lugar.
Hemos traído la mochila más cargada que cuando salimos de nuestra casa, no solo por los muchos regalos y recuerdos con los que nos han ido obsequiando: gorras, pulseras… sino también por las personas que se han quedado grabadas en el corazón. ¡Gran experiencia…mejores personas!
Deseamos repetir el camino de Santiago en un futuro no muy lejano. ¡VIVA EL CAMINO DE SANTIAGO!



Laura de Andrés, Gracia Martín, Elena Marina, Andrea Hidalgo, Anabel Martín, 
María Bernabé, Elena Olivar,  Inés del Barrio, Marta Martín, Raquel García y María Arévalo. (Alumnas del Colegio de Segovia)

martes, 8 de noviembre de 2016

ECOS DEL PENSAMIENTO DE STA. CARMEN Nº 24

ECO Nº 24 DEL PENSAMIENTO DE CARMEN SALLÉS 
“Tenemos que alabar a la Santísima Trinidad. El rezo del trisagio es una excelente alabanza”

REFLEXIÓN de M. Begoña Arias, rcm

¡Oh Dios mío, Trinidad a quien adoro, Padre, Hijo y Espíritu Santo! ¡Qué Misterio tan inmenso! Y a la vez ¡qué próximo y cercano a nuestra vida! (Cf. Hech 1,28.) Un Dios que no es Otro que el Dios Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Tres Personas distintas y un solo Dios verdadero. ¡Ojalá viviéramos más conscientes de esta gran Verdad que nos habita!
Santa Carmen Sallés sí vivió este misterio, sí fue consciente de esa gran Verdad…, ella se dejó inundar por el Amor del Padre, del Hijo y del Espíritu. Santa Carmen no se entretiene en hacer discursos cuyo contenido sea la Trinidad. Ella sencillamente  VIVE, se deja llenar de la bendición que proviene de Dios Padre, un Padre que es providente, que conoce lo más recóndito del corazón del hombre. Carmen reconoce que esa bendición del Padre se ha volcado en los hombres hasta el punto de darnos a su propio Hijo, Jesucristo. Su experiencia de Jesucristo se plasma en el Amor, un amor que para ella es esponsal y lo llamará y lo reconocerá así: “Esposo Redentor, Maestro y Buen Pastor”
Santa Carmen vive y se deja llenar del Espíritu Santo. Toda su vida permaneció abierta a la gracia del Espíritu, dispuesta a escuchar y seguir su voz, estaba convencida que escuchando la voz del Espíritu Santo y siguiéndola no se equivocaba, estaba segura de que esa voz y esa gracia le transmitían la voluntad del Padre, voluntad que ella quería y deseaba llevar siempre a cabo. Su experiencia y vivencia del misterio trinitario se torna en ella alabanza y agradecimiento y como señal de esa alabanza reza el trisagio a la Santísima Trinidad, devoción frecuente en su época y sobre todo en Cataluña, muy recomendada por el P. Claret, que ella hace suya. Devoción que a su vez transmite a las religiosas de la Congregación. Santa Carmen reconoce que  a través de esta espiritualidad trinitaria se vive el amor de Dios al hombre y el amor del hombre a Dios. Ella no habla de inhabitación de la Trinidad en el alma, pero tiene la experiencia de que todo un Dios Uno y Trino la llena, la invade, la conforta, le descubre quién es la otra persona, una criatura hecha a imagen y semejanza de Dios Creador por lo que su oración se vuelve en alabanza continua al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Santa Isabel de la Trinidad deseaba ser alabanza de gloria a la Trinidad, santa Carmen no lo expresa con palabras pero su vida, sus acciones, su pedagogía, su interés y atención a la persona lo refleja.
Pidamos a santa Carmen que nos ayude a alabar y reconocer en nuestro interior al Dios Uno y Trino que nos habita. 


miércoles, 2 de noviembre de 2016

JOVENES CONCEPCIONISTAS EN LA JMJ-CRACOVIA

"ESTA ES LA JUVENTUD DEL PAPA" es una de las frases que más se ha coreado a lo largo de todas las Jornadas Mundiales de la Juventud y, en efecto, es la juventud del Papa, de la Iglesia... Una Iglesia siempre jovial y dinámica porque la fe no envejece, porque Cristo "es el mismo ayer, hoy y siempre" y esto nadie nos lo puede arrebatar. Es nuestro legado, nuestra herencia... Una juventud sana, universal, acogedora, alegre, compasiva y misericordiosa, solidaria, humana, entusiasta... 
La juventud que nos muestra el telediario, los periódicos, algunas webs... es una juventud superficial, materialista, frívola. PERO HAY OTROS JÓVENES que viven y sueñan, que tienen  metas comunes, ideales maravillosos, que miran hacia el cielo; ADELANTE Y MÁS ARRIBA, SIEMPRE ARRIBA Y ADELANTE, CON MARÍA Y CON AMOR.
Os ofrecemos un vídeo que os acercará un poquito a todo lo vivido esos días de ENCUENTRO y COMUNIÓN, de peregrinación hacia Cracovia. Sí, nuestros jóvenes concepcionistas peregrinaron con fe, tuvieron una fuerte experiencia personal y eclesial y son ahora portadores de ella en sus ambientes de cada día. Como nos dijo el Santo Padre, Francisco, la JMJ empieza AHORA, EN CASA. Ojalá no se os olvide y muchos se beneficien de todo lo que habéis compartido y seguiréis compartiendo. Fueron unos días de gracia y bendición, donde nos sentimos BIENAVENTURADOS, dichosos, junto a miles de jóvenes (y no tan jóvenes) que nos ayudaron a vivir y experimentar la dicha de ser y reconocernos HIJOS AMADOS DE DIOS y MIEMBROS DE UNA IGLESIA VIVA Y JOVEN.