jueves, 17 de septiembre de 2015

EEJ. TESTIMONIO DE UN JOVEN CONCEPCIONISTA

En la última entrada os contábamos que un grupo de jóvenes concepcionistas participó en el Encuentro Europeo de Jóvenes, en Ávila. Y disfrutábamos con un vídeo que resumía con algunas instantáneas y secuencias lo que fueron aquellos días. 
Hoy os ofrecemos el testimonio de Pepe Gonzálvez, exalumno del colegio de Madrid-Princesa. ¡Gracias, amigo! Sabemos que contigo, el grupo, no se habrá aburrido nada... y también habrán recibido toda tu servicialidad y alegría. ¡Espíritu concepcionista que se lleva dentro!


 Pepe (en medio) junto a dos seminaristas australianos


Formateando el disco de mi duro corazón…
Apenas han pasado 3 días desde que, cansados de la semana, llegamos a Madrid desde Ávila. Os puedo asegurar que el cansancio acumulado mereció la pena desde el inicio hasta el final.
El miércoles 5 a las 16 llegué a la Iglesia de San Juan de la Cruz, reencontrándome con mis amigos. A las 16:30 ya estaba haciendo nuevos amigos al cargar las maletas de todo el autobús, lo que supuso la dedicación de una canción a mi persona por parte de los concepcionistas del autobús.
Y así empezábamos un viaje que iba a llenarnos de fuerza y energía a todos. Cantando como nos gusta a nosotros, bailando, haciendo el loco… y la gente del autobús que todavía no creía lo que veía.
Y así fue toda la semana. Superando dificultades (incluyendo colas de 2 horas el primer día para comer) como nosotros sabemos y como Jesús nos ayuda a ser: contentos, con una actitud positiva, pensando que el día solo podía mejorar. Cantando, bailando, animando, rezando en los momentos que nos pedía el cuerpo darle gracias a Dios por este regalo tan maravilloso.

De Ávila me llevo paz. Paz del Señor, que vino a manifestarse varias veces a lo largo de la semana. Llenando mi corazón de una manera que no sentía desde hace tiempo. También me llevo mucha fuerza y energía para afrontar un nuevo año que yo empiezo en breve. Y sobre todo me llevo una certeza: Dios está EN nosotros, CON nosotros y ENTRE nosotros. Y eso se notaba en dos cosas: en la mirada de la gente cuando nos veía como ejemplo de que Jesús nos quiere alegres, felices. Y, por supuesto, en toda con la que compartimos. Dios puso en mi camino, especialmente a algunas personas para que fueran mi familia. Y, de hecho, el grupo concepcionista no tiene mejor definición. Faltaba gente físicamente, pero estaban con nosotros también allí.
Gracias chicos, por esta maravillosa semana. Porque tengo ganas de volver para estar de nuevo con vosotros, disfrutar y experimentar la fe.
Gracias a las religiosas concepcionistas, Nieves, Andrea, Mary y Vicky por ser ejemplo para todos, por cuidar de nosotros como si fuéramos sus propios hijos… Y más con las que liamos nosotros.
Gracias María Inmaculada. Por todo. Porque tu imagen se me queda grabada en la memoria. Porque estás siempre acompañándome en el camino, incluso en mis peores momentos.
Gracias Santa Teresa, por mostrarnos que, aportando nuestro granito de arena, podemos cambiar el mundo.
Gracias Dios por esta semana. Por demostrarme una vez más que no estamos solos. Por abrirnos los ojos y dejarnos claro que nos quieres. Espero corresponderte siempre, aunque nunca pueda compensarlo del todo.

Y para todos los concepcionistas: OID, ABRID LOS OJOS, MIRAD HACIA ARRIBA. DISFRUTAD DE LAS COSAS BUENAS QUE TIENE LA VIDA.

VIVA ÁVILA, ¡VIVA SANTA TERESA! ¡VIVAN LAS CONCEPCIONISTAS¡ ¡VIVA MADRE CARMEN! 
Pepe Gonzalvez Salas

 Grupo Concepcionista en Ávila

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