martes, 4 de abril de 2017

ECOS DEL PENSAMIENTO DE STA. CARMEN Nº 33

“El amor a Dios y la confianza en su amor constituyen el más sólido fundamento de la felicidad”.

REFLEXIÓN DE M. BELÉN GÓMEZ, rcm
M. Carmen quiso dejarnos en su herencia algunos indicadores del camino hacia la felicidad. Ella sabía que todos buscamos ser felices, pero a veces el camino no es el correcto, por eso nos recordó que amar a Dios y confiar en su amor es un cimiento sólido para construir nuestra vida.
Este camino tiene una puerta de entrada que es reconocer todo lo que hemos recibido de Dios: la vida, la familia, los amigos, la fe… son regalos que nos hablan de amistad, de cariño y cuidado de Dios en nuestra vida. Por eso, podemos decirle “Creo en tu amor, confío en Ti”. Creer en el amor de una persona es la mejor manera de amarla.
El amor no se impone, el amor se da y se entrega pero hay que acogerlo, por eso para M. Carmen abrirse al amor y la confianza en Dios son los cimientos más sólidos para edificar nuestro proyecto de vida: resisten dudas, miedos, sufrimiento, oscuridad, pruebas… porque...
Si amas a Dios en ninguna parte estarás solo, Él camina siempre contigo.
Si te dejas amar por Dios no te perderás, porque Él te conducirá por el camino de la vida.
Si confías en Dios, encontrarás la felicidad, porque ser feliz es saber que todo tiene sentido y que tu corazón está lleno de un don que no se agota: el cariño, la ternura que Él derramó primero en tu vida.

Por eso, nada ni nadie podrá separarnos del amor de Dios que se nos regaló en Jesús y en su Palabra, y en aquellos que como Carmen Sallés, han caminado tras sus huellas haciendo el bien y regalando vida.


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