Os ofrecemos un nuevo testimonio. Pablo Lorenzana, de Ponferrada, nos cuenta su experiencia de la JMJ Madrid 2011. ¡Gracias Pablo!!! ¿Nos veremos en Rio???
Para
empezar, debo decir que yo no he ido a muchas convivencias o excursiones de
carácter religioso. La primera vez que
escuché JMJ fue hace un par de años en una catequesis, no sabía lo que
significaban aquellas siglas, Jornada Mundial de la Juventud dijo el sacerdote,
un encuentro de jóvenes de todo el mundo
convocados por el Papa que tendría lugar en Madrid el verano de 2011, “a ver al
Papa voy a ir yo” pensé.
Luego
me enteré de más cosas acerca de la JMJ,
actividades turísticas, culturales, convivencias, miles de jóvenes de todo el mundo…
Parecía interesante. Hay que decir se escuchaba criticas o comentarios despectivos referidos a la JMJ pero me he dado cuenta de que lo que piensen los demás no importa, si tienes una convicción, hay que luchar por ello, y tenía la impresión de que no me lo podía perder, así que decidí apuntarme.
La experiencia comenzó aquí, como voluntarios en Ponferrada, cuando llegaron peregrinos que pasarían con nosotros unos días antes de ir a Madrid, empezamos a conocer gente, su cultura, sus historias e impresiones…. Luego por supuesto la experiencia continúo en Madrid, fueron unos días de compartir, no solo cosas materiales. También de conocer gente de otros lugares, aprender de los testimonios de otros jóvenes (como viven la fe ellos, como ven a Jesús), conocer historias asombrosas, reflexionar sobre los mensajes del Papa.
La alegría y las canciones inundaban la ciudad, las calles, el metro, las iglesias, etc. Y aunque estábamos cansados y …( la comida no era muy buena ), los momentos buenos pudieron con todo, uno especial fue la noche en Cuatrovientos, miles de personas de pie cantando con un mismo sentimiento bajo una fuerte tormenta, es algo que no se puede describir con palabras, todavía se me pone la piel de gallina al recordarlo.
Estos días me sirvieron para darme cuenta de que hay cosas en mi vida que puedo mejorar, también me ha ayudado a ver a Dios como Padre y Amigo que siempre está con nosotros, debemos vivir con amor y lo importante es que seamos fieles a nuestras ideas en cualquier situación y no dejarse llevar por modas o atractivos de este mundo actual.
Me siento afortunado por poder vivir la experiencia de la JMJ, un acontecimiento capaz de reunir a miles de jóvenes de todo el mundo, acompañados por Dios y guiados por el Papa, algo de lo que solo pueden concluir cosas buenas. Para mí fue una experiencia inolvidable y puedo asegurar que siempre que me acuerde de aquellos días una sonrisa me aparecerá en la cara.
Pablo Lorenzana Vega (primero por la derecha)
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