La experiencia de estos días es mejor que la cuenten los propios participantes, así que esperamos vuestras noticias en el blog.
Hoy os ofrecemos las palabras que M. Isabel Moraza, Superiora General, dirigió a todos los asistentes.
Buenos
días a todos vosotros, alumnos concepcionistas, que habéis venido desde
diferentes lugares de España, hasta aquí, la ciudad de Burgos, un rincón tan
importante para Santa Carmen Sallés, una gran mujer, que dedicó toda su vida a
vosotros, los niños y los jóvenes. ¡Qué importantes sois! Os doy, en su nombre,
la más cordial bienvenida.
Hoy,
se ve vuestra alegría, el deseo de celebrar y compartir, de conocer a otros
amigos, de disfrutar en lo que se pueda…
Anoche,
me decía M. Carmen casi en secreto, “soy concepcionista”, y qué bien sonaba, y
lo repetía, “soy concepcionista”… Sonaba a María Inmaculada, a fiesta y a búsqueda,
sonaba a entrega generosa.
Y
cuando lo decimos, algo se mueve en el corazón… ¡Soy concepcionista!Suena a trabajo bien hecho, a esfuerzo y a libertad para escoger el bien.
Soy concepcionista sabe a encuentro, a amigos, sabe a proyecto y a gran fraternidad. Y así me iba diciendo M. Carmen, pero aquí la paré yo: ¿“dices hermanos” todos los alumnos concepcionistas ‘hermanos’?
Y sonriendo M. Carmen repetía, sí, hermanos.
Mira bien, M. Carmen, porque aquí cada uno de los que viene tendrá un nombre, que se lo han dado su padre y su madre. Escúchalos al hablar: unos tienen deje andaluz y otros catalán y los bercianos sacan otro soniquete y…, ¡mira que los castellanos…!
M. Carmen, sin enfadarse me decía “eso ya lo sabías, pero diles cuando los veas que miren más adentro, que se asomen al espejo de su corazón y verán junto a su rostro, otros muchos parecidos, concepcionistas como ellos.
Mira a tu compañero o compañera y dile: “soy concepcionista”. ¿Y tú?
En
estos dos días vamos a aprender muchas cosas, buenas y divertidas, bien hechas
y cuidadas, porque todos las hemos preparado con amor e ilusión.
El
amor es la palabra más bonita que se esconde tras ese nombre común que todos
nosotros compartimos: soy concepcionista, y te quiero de verdad.Santa Carmen, día tras día nos enseña a amar con una palabra mágica:
¿Te
ayudo? Porque Jesús cuenta con nosotros, es nuestro amigo.
¿Te
ayudo? María a menudo nos echa un cable en tantas dificultades…¿Te ayudo? Le decimos al compañero, que suspende o se desanima.
¿Te ayudo? Nos dicen si estamos tristes.
¿Te ayudo? Porque saldrá mejor si lo hacemos juntos.
Y
seguía diciendo M. Carmen: diles también que yo tuve grandes sueños en mi vida.
Siempre me gustó soñar y por eso he llegado muy lejos, hice muchas cosas, tuve
muchos amigos y sobre todo sembré muchas sonrisas a mi alrededor.
Y
tú ¿te atreves a soñar? ¿Cuáles son vuestros sueños?
Diles,
decía Santa Carmen, que cuiden sus más hermosos sueños y los vayan haciendo
realidad.
Muchas
felicidades, Santa Carmen. Te queremos ayudar a sembrar paz, alegría y bondad. Así todos podrán ver que nos hemos educado en
una Casa de María Inmaculada.
Felicitarla
hoy, es comprometernos con ella y como ella ‘siendo concepcionistas’.
M. Isabel Moraza, Superiora General
1 comentario:
Fueron unos días inolvidable , siempre lo recordare con todo mi corazón.
Me alegro mucho de ser ¡CONCEPCIONISTA!
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