Comenzamos el nuevo año con esta gran fiesta de la Virgen. Jesús ha nacido de una mujer, Dios ha querido ofrecerle una MADRE. Ella es la MADRE DE DIOS y es la Madre de toda la humanidad.
Contemplemos el Misterio, recemos ante el portal y olvidemos las palabras, las nuestras..., porque Dios, hecho Palabra encarnada, en el silencio de nuestro corazón, nos quiere hablar y su Madre desea abrazarnos como lo hizo con su Hijo, Jesús, amándonos como sólo una madre sabe hacer. Disfrutemos del momento y unámonos como familia, en ese abrazo fraterno, lleno de ternura y fragilidad.
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