La Fiesta de la Anunciación es celebrada por los católicos como el gran momento de María. El anuncio del arcángel, el Sí de la esclava del Señor y la encarnación de Jesús, el Hijo de Dios, el Mesías esperado.
El Sí de la Anunciación ¿es un acto de humildad de un solo momento? ¿Es un Hágase individual separado de otros, que aparece en un único instante para cumplir un cometido y nada más?
Toda mujer, por virtuosa que sea, lleva latente en su interior el No a la Voluntad de Dios. Aunque el Sí sea la respuesta dominante en su vida cotidiana, el No está vivo aunque escondido, solapado y hasta olvidado pero esperando salir y mostrarse cuando la Voluntad de Dios se torne difícil de digerir.
Sólo una mujer especial, llena de la gracia del Señor, quien lleva en su interior al Sí como única respuesta posible desde su nacimiento, podía tan rápidamente en aquella época, sin siquiera pedir un tiempo para pensarlo, aceptar y creer en el misterio de la Encarnación del Verbo por obra del Espíritu Santo y sin la participación de un varón.
El Sí de María no nace el día de la Anunciación, sino que se manifiesta una vez más pero de manera imponente.
El Hágase de la Anunciación ya había nacido con María el mismo día en que Ana la alumbró. Nació la Inmaculada, nació el Sí, nació María.
Hagamos hoy fiesta..., pero LA FIESTA DEL SÍ... Desterremos en nuestra vida todos esos "noes" que hemos dado a Dios y empecemos a apostar por nuestros "síes", uniéndonos a María, Madre del Sí...
¿Qué te está pidiendo Dios en este momento de tu vida?
Sé valiente, ofrécele tu Sí y confía en Él..., que te ayudará.
Hoy también, queremos hacer una oración especial por todas esas madres, que recibiendo el anuncio de haber engendrado una nueva criatura, no quieren decir sí, no se atreven a asumir la responsabilidad, no sienten el apoyo necesario para sacar esa vida adelante... ¡Ánimo MAMÁ!! Tu HIJO merece tu sí que sólo puede brotar del AMOR de quien ya le ha dado cabida en su seno y en su corazón.
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