Con la Celebración de los Votos Perpetuos, las Religiosas Concepcionistas nos consagramos definitivamente a Dios, prometiendo vivir en pobreza, castidad y obediencia e intentado vivir el Evangelio desde el Carisma que recibió Santa Carmen Sallés.
M. María y M. Andrea comparten en nuestro blog la Acción de gracias que ellas mismas expresaron en la Eucaristía de este día.
“Proclama
mi alma la grandeza de Dios”
“Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador”
“Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador”
En estos momentos, Señor, queremos cantar,
como María y con Ella, nuestro propio Magníficat por todas las cosas que has
hecho en nosotras.
Señor
Dios de la misericordia, te damos gracias por el don de la vida, una vida que
ha crecido al calor de nuestras familias, al amor de nuestros padres y al
cariño de nuestros hermanos. Son lo mejor que tenemos. Gracias, Señor, porque
en ellas nacimos y crecimos en la fe, y por eso, hoy como respuesta a tanto don
recibido, hemos podido entregarte la vida del todo y para siempre.
Gracias,
Señor, por soñarnos en azul y blanco, por regalarnos el don de la vocación
concepcionista y hermanas con las que vivirlo. Porque es, en este carisma que
un día inspiraste a Santa Carmen Sallés, donde nos quieres mujeres consagradas,
para que seamos siempre fieles, felices y fecundas.
Por
todas las personas y las mediaciones que han sido necesarias para que hoy
estemos aquí: ¡Gracias, Señor! Con tu Providencia has ido acompañando nuestras
vidas, recordándonos que tu amor y tu misericordia son eternas y que eres
siempre fiel.
Por
los momentos de dificultad, por las situaciones de cruz: ¡Gracias Señor! Porque
han sido oportunidad para crecer y madurar en la fe, unirnos más íntimamente a
Ti y descubrir que merece la pena perder la vida para ganarla y así, dar los
frutos que Tú esperas de nosotras.
Gracias,
Señor, por María Inmaculada, nuestra Madre. Ella acompaña nuestra vocación, su
Hágase es modelo de respuesta fiel a la llamada de Dios y su maternidad
espiritual da sentido a la nuestra.
Gracias,
Señor, por cuantos nos acompañan en esta celebración, porque hoy la Iglesia del
cielo y de la tierra canta junto a nosotras y como María, el Magníficat,
sabiendo que en medio de nuestra pequeñez, Dios ha hecho, hace y hará obras
grandes en nosotras.
MM. María y Andrea junto a las Religiosas que durante tres meses han estado formándose para la Profesión Perpetua. Estas hermanas también realizarán su Profesión Perpetua en sus respectivos países: Brasil, R. del Congo, R.D. del Congo, Japón, Corea, India y R. Dominicana.
MM. María y Andrea junto a las Religiosas que durante tres meses han estado formándose para la Profesión Perpetua. Estas hermanas también realizarán su Profesión Perpetua en sus respectivos países: Brasil, R. del Congo, R.D. del Congo, Japón, Corea, India y R. Dominicana.
A todas ellas les damos la enhorabuena desde nuestro blog y pedimos por su fidelidad.
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