El día 21 de octubre las jóvenes de la Residencia de Santiago de Compostela, recibieron una carta muy especial. Desde esta acogedora Casa de María Inmaculada quieren hacernos partícipes del mensaje tan bonito que recibieron las jóvenes y que puede ser válido para cualquier universitario de los muchos que visitáis nuestro blog. Leedlo con atención ¡es para vosotros!
Querida joven universitaria:
Me alegro de tu presencia en esta Residencia Universitaria,
Santiago Apóstol. Supongo que los primeros días no son fáciles después de unas
largas vacaciones, y si inicias este año tus estudios universitarios, habrás
sentido la necesidad de adaptarte a
nuevos métodos de estudio, a estar fuera de tu casa…, pero no te preocupes,
todo eso pasa pronto y lo recordarás como anécdota agradable
en tu vida.
Adelante,
no temas, eres el futuro, estás viviendo los mejores años… Aprovéchalos. Soy Carmen Sallés, nací ya hace muchos años (1848), eran otros tiempos. Mis padres se esforzaron por darnos (éramos varios hermanos) la mejor preparación intelectual, humana y religiosa.
Viví una niñez y juventud ilusionada, afincada en la realidad, que no era mejor que la actual, pero con gran esperanza en el futuro.
El problema
surgió cuando los proyectos de futuro de mis padres no coincidieron con los
míos. Pensando sin duda en lo mejor para mí, me proponen un joven, para ellos
inmejorable, con quien compartir mi vida de matrimonio.
¿Qué hacer?
Mis planes eran otros, me atraía la solidaridad, el poder compartir con los
jóvenes lo que sabía, la entrega al
servicio de Dios y su Reino. ¡Qué dilema! Tenía que tomar postura. Me puse en
manos de María, mi modelo, mi compañera de camino, ¡cuántos diálogos tuve con
ella…!
Así que
tomé mi destino en las manos y
¡adelante! Opté por lo que creí en conciencia debía realizar. No fue fácil a
mis padres entender esta postura, pero Dios les iluminó y aceptaron y
colaboraron en mi decisión.
Las
dificultades se multiplicaron, pero como la buena semilla, fueron
creciendo escuelas por pueblos y
ciudades dirigidas por las Concepcionistas,
más adelante saldrían de España y se multiplicaron por diversos continentes; y así también el nombre de Concepcionistas
Misioneras de la Enseñanza. Niños y jóvenes de diversos colores, culturas,
religión. Dios providente ama a todos y nos acepta como somos, en definitiva es
Padre.
Las
personas pasamos, pero las obras continúan. Y hoy tú misma te encuentras en una
Residencia Concepcionista. Tomas parte de esta FAMILIA y deseo que tu estancia
en ella sea feliz y formativa. Tienes mucho que dar, prepárate, y haz de tu mundo un lugar mejor.
Y, ¡Adelante, siempre
adelante, Dios proveerá!
CARMEN SALLÉS FUE RECONOCIDA POR LA IGLESIA COMO SANTA, EL 21 DE OCTUBRE
DE 2012
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