jueves, 9 de abril de 2015

PENSAMIENTOS DE SANTA CARMEN SALLÉS

Hoy estrenamos una NUEVA SECCIÓN que esperamos poder ir publicando semanalmente. Cada semana, Santa Carmen Sallés, nos regalará un pensamiento, un mensaje precioso para vivir a lo largo de siete días y, una religiosa concepcionista, nos ofrecerá una reflexión sobre ese pensamiento.
Estos audios del Pensamiento de Santa Carmen Sallés se han creado para ser difundidos por WhatsApp, pero iremos poniéndolos también en nuestro blog para que por un medio u otro nadie se queden sin oirlos, sobre todo para poder disfrutar de ellos. En el blog, además, publicaremos el texto íntegro de la grabación.
Por ser este el estreno de esta sección, queremos agradecer a Ana Paula Melero, Carlos Melero, Álvaro Iglesias y Aurora Martínez su colaboración en la grabación. Cada semana daremos también las gracias a la Religiosa que ha escrito la reflexión, esta semana nuestro agradecimiento va para M. Asunción Valls Salip, postuladora de la Causa de Canonización de Santa Carmen Sallés y escritora de muchos libros de la congregación concepcionista.




ECO Nº 1 DEL PENSAMIENTO DE CARMEN SALLÉS

 “El sentido más profundo de nuestra vida es sabernos amados por Dios, conocernos como su imagen. Necesitamos sobriedad, vigilancia, reconocimiento de nuestra propia imperfección porque, en nuestra libertad, podemos cerrarnos al proyecto de Dios creador”.

REFLEXIÓN de M. Asunción Valls Salip, rcm:

Yo te quiero, tú me quieres, nosotros nos queremos… ¡Uauuu! Y más todavía si anda Dios por medio y dice Yo te quiero a ti - anda, escribe tu nombre -. Tú me quieres a Mí. ¡Sencillamente genial!
Y va y dice: mira, no es que te mande un WhatsApp con mi foto para que me veas y me enseñes, con aquello de “se llama Jesús, y vamos juntos”. Es mucho más, es que quiere que eso se note, que a fuerza de mirarnos, acabemos pareciéndonos. Y le gusta que de vez en cuando nos hagamos un selfie juntos, solitos los dos (Él lo llama nuestros tiempos de intimidad) para que me dé cuenta  de lo que hay en mí de manifiestamente mejorable en eso del parecido.
Se nota un montón que hay kilómetros de Él a mí. Pero me siento a gusto con Él, porque no me machaca, ni me obliga, es de lo más gentil. Dice que le encanta que le quiera, pero que soy libre y no quiere obligarme, porque entonces no tiene gracia.
Sólo que cuando meto el pie me mira con una pena, con una pena…, como si me dijera que esperaba otra cosa de mí, que desea que vivamos juntos el sueño que Él ha soñado para los dos. Lo llama “nuestro proyecto” y no sé bien en qué va a consistir, pero procuro poner atención a cada insinuación para no despistarme. Es lo que él dice: “Velad y orad, para que no entréis en tentación”.

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