lunes, 11 de febrero de 2019

ECOS DEL PENSAMIENTO DE STA. CARMEN Nº 52


No he venido aquí a buscar algún tipo de bienes, sólo la gloria de Dios del que lo espero todo”

REFLEXIÓN DE M. REBECA SOSA, rcm
El otro día leía en un artículo que “El mundo adolescente y de los jóvenes renueva y actualiza su lenguaje casi semanalmente”, y oímos expresiones entre ellos como “Le ha hecho un nextazo” “este es un observer” “hacendado me hallo”… En fin, que a veces pasamos por los pasillos del cole y no sabes si además de inglés, francés y alemán hay algún que otro idioma del que ya vas bastante perdida.
El lenguaje religioso, muchas veces, se hace también ininteligible para vosotros, los jóvenes. Y hoy, con estas palabras de M. Carmen alguno se podrá preguntar: ¿Qué es eso de la GLORIA DE DIOS?
Pues ni más ni menos que reconocer su grandeza y darle el honor que merece, alabándolo y adorándolo. Y esto nos ayuda a reconocer que no somos dioses. En esta sociedad donde idolatramos a las personas, en el fútbol, en la música, en tantos ámbitos; se nos olvida que somos finitos, que tenemos fecha de caducidad, que no podemos realizar ni conseguir todo lo que queremos, que tenemos límites… Y que sólo de Dios podemos esperarlo todo, por lo tanto, es a Él a quien debemos acudir.
Vivimos sumergidos en un mundo que busca poseer, acumular, tener…; y nada de esto nos sacia, comprobamos que las cosas no terminan de llenarnos y entramos en una rueda de tener, acumular, consumir, gastar, desear, querer más y más…
M. Carmen fue muy sabia y desde muy pronto descubrió en su vida este secreto. Su paso por el mundo no era para buscar bienes o beneficios propios. Su vida fue una continua búsqueda de la voluntad de Dios y darle gloria, adorando al Único que podía darle ese TODO capaz de llenar a las personas. En palabras de Jesús a la mujer samaritana: “El que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás”

Joven, a ti que te gusta ampliar tu vocabulario y utilizar palabras nuevas… Graba en tu disco duro esta que has aprendido hoy: DAR GLORIA A DIOS. Ojalá seas capaz de procesarla en tu CPU personal y dar gloria a Dios esté presente en muchas de las cosas que hagas a partir de ahora.


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