Aquí os ofrecemos el testimonio de algunos alumnos del colegio de Buitrago, que fueron al Cotolengo de Algete.
Día 21 de Diciembre. Mañana será el sorteo de la lotería. Habrá gente que estará soñando en ser el afortunado y nosotros, un grupo de alumnos y profesores del colegio de Buitrago, partimos con todo lo recogido de las taquillas solidarias de las clases rumbo al Cottolengo de Algete.
Nos habían hablado alumnos de otros años, pero queríamos experimentarlo en nosotros mismos. Deseábamos ser portadores de una sonrisa, de una mano abierta y de una palabra amiga. Lo sentíamos en el corazón y…, allá íbamos con toda la ilusión joven y sabiéndonos portadoras del sentir del Centro.
El Cottolengo está regentado por una Comunidad religiosa. La responsable nos recibe con la cara sonriente y nos dice que su misión es: SER TESTIGOS DEL AMOR DE DIOS.
Esto nos sonó a frase hecha, pero podemos aseguraros que la experiencia vivida a lo largo de una mañana, entre ellas y los enfermos nos ha hecho pensar que esa frase AHÍ SE HACE REALIDAD.
Nos dijeron, entre otras muchas cosas que es su familia, es casa de oración, viven de la Divina Providencia, no tienen subvenciones y no piden ni aceptan nada que sea fruto de petición.
Sólo aceptan dos tipos de personas:
1º.- Enfermos que no pueden ser atendidos en otros lugares, y que sean pobres.
2º.- Enfermos crónicos que no tienen solución.
Salimos alegres y con un interrogante en el corazón: si Jesús
sentía predilección por los pobres, seguro que estaba allí. Habíamos compartido un rato de Cielo comprobando su alegría, su agradecimiento expresado de distintas formas y un deseo de repetirlo en más ocasiones.
Hazte voluntario: entrega un rato de tu tiempo, de tu capacidad de querer y de hacer felices a los demás.
Habíamos empezado con la lotería, hemos cambiado de opinión y ya no volvimos a hablar de ella.
Delegados de Solidaridad
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