Algunas Religiosas Concepcionistas vinieron a Granada por la década de los años 60, con la intención de abrir un Colegio en esta bella ciudad, de acuerdo con nuestra Misión educativa.
Con la colaboración de D. Casimiro, canónigo de la Catedral de Granada, se pusieron en contacto con el Arzobispo para expresarle sus intenciones. En aquel momento la preocupación no eran los niños y adolescentes, pues ya había varios colegios en la ciudad de la Alhambra. La preocupación eran las jóvenes universitarias.
Jóvenes que venían de sus pueblos y otras ciudades generalmente de Andalucía, de sus colegios, predominantemente religiosos y se encontraban en Granada sin saber dónde alojarse y ante las numerosas ofertas que ofrece el ambiente universitario granadino.
Por una parte, tienen que aprender a ser responsables en sus estudios, pues ya no tienen el profesor tutor o tutora que le sigue y orienta y por otra tienen que ejercitar su responsabilidad para saber cuándo pueden salir y a que sitios deben ir. La preocupación de la Pastoral Universitaria era ofrecer un lugar de acogida a las jóvenes y un acompañamiento en sus años de universitarias.
Estudiada la propuesta se vio que entraba dentro de nuestro Carisma de educadoras y se aceptó. Pronto llegaron las primeras Concepcionistas que alquilaron unos pisos en la Gran Vía mientras buscaban una casa más adecuada a las necesidades de una Residencia. En breve encontraron una bella casa del s. XIX que respetando lo artístico fue adaptada para Residencia.
Por el año 1987 se vendía una casa colindante y de la misma estructura. Cómo es una Residencia que está muy céntrica siempre ha tenido muchas solicitudes, por lo que se decidió comprar y adaptar la nueva casa, con lo que se acogen en ella a 74 Residentes de diferentes carreras. Unas terminan sus estudios en la Residencia y otras se sienten atraídas por descubrir la vida en los pisos y se van marchando en cursos anteriores.
La Comunidad ha estado formada por diferentes hermanas. Son bastantes las religiosas que durante su estancia aquí han hecho distintas carreras. En estos momentos somos seis hermanas las que atendemos a las jóvenes y estamos en función de ellas todos los días de la semana, son pocas las que los fines de semana se van a sus casas. Procuramos seguir la pedagogía de Carmen Sallés estando cercanas a ellas y adelantándonos en lo que nos es posible y acompañándolas en su proceso. Se siembra lo que podemos y el Señor hará el resto.
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