M. Carmen nos deja este mensaje en 1893: “Que todos puedan ver que te has educado en una casa de María Inmaculada” y esa es la ilusión de esta comunidad y colegio que ostenta este nombre: “Colegio La Inmaculada” desde el año 1968 que se inaugura.
Pero todo comienza cuando en los años 50, recuperándose España de la posguerra, Madrid presenta una fuerte inmigración. Es el año 1957, cuando el Obispo de Madrid Alcalá, D. Casimiro Morcillo, lanza un SOS a los Superiores de Congregaciones de vida activa, para ayudar a las gentes que llegan a las zonas periféricas de Madrid con hambre de trabajo y cultura.
Y M. Piedad Espinal, entonces Superiora General, acoge la llamada encomendándose antes, a la oración y a la Providencia.
Llegado 1958, la Congregación adquiere el llamado “Chalet Rosa”, conocido así por el color de su fachada. El entorno que rodea a la nueva casa es de un pequeño núcleo de viviendas sin urbanizar, algunas de ellas chabolas, construidas por los propios ocupantes.
Sin casi preparar la casa, en el verano de 1959 ya es ocupada por un grupo de hermanas de la comunidad de Princesa. Las comodidades son muy escasas pero, se trata de cumplir el objetivo de ayudar a esas familias que de diferentes puntos de la geografía española necesitan ayuda. Los sábados y domingos comienzan las catequesis y un grupo de exalumnas de Princesa, visitan a las familias ofreciendo comprensión y ayuda.
La situación del llamado barrio de la Virgen del Carmen cambia de manera vertiginosa y en 1960, de nuevo, el Sr. Obispo insiste en la inminente necesidad de construir un colegio.
Adquirido el oportuno terreno, se inician las obras en 1965, y es el 12 de Octubre de 1968 cuando se inaugura el nuevo edificio.
La matrícula de alumnas aumenta día a día, y al iniciar el curso siguiente ya es de 227.
Y los años pasan, y el distrito donde se ubica el colegio va cambiando y mejorando sus calles, plazas y paseos. El colegio necesita nuevos espacios porque la normativa lo exige y porque el número de alumnado es cada vez mayor.
En 1992 un nuevo proyecto comienza. La casa de las Religiosas se edifica fuera del colegio y nuevas instalaciones se siguen edificando para recibir la demanda de alumnos que solicitan entrar en el colegio por ser toda esta zona una población joven y el colegio tener muy buen nombre.
Hoy, llenan las aulas 1117 alumnos, desde 2 años, hasta 18 los de 2º de Bachiller, que gozan de buenas instalaciones deportivas, zonas de expansión, hermosa capilla, salón de actos, etc.
En la actualidad formamos la comunidad las trece hermanas que veis en la foto. Trabajamos con ilusión y una dosis enorme de cariño porque queremos llevar adelante la obra que la Congregación nos ha encomendado, secundando el deseo con el que iniciábamos esta crónica: que cuantos alumnos salgan de este colegio lleven el sello de haber sido educados en una Casa de María Inmaculada.
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