El pasado día 20 de octubre, a las siete de la tarde, un grupo significativo de jóvenes se reunían en el colegio de Princesa para COMPARTIR Y ORAR. Muchos no se conocían, pero fue una experiencia importante y profunda que les ayudó a crear nuevos lazos dentro de la Familia Concepcionista.
Primero se reunieron en la sala de audiovisuales y, tras la presentación de cada uno de ellos, disfrutaron juntos de una sencilla merienda. Después se dirigieron al oratorio de M. Carmen Sallés para rezar juntos, participando en la Vigilia de oración, en torno a la Santa.
Con corazón agradecido y atento se vivió aquella hora intensa y feliz, en un clima sincero de oración y respeto. Hubo momentos muy emotivos, uno de ellos, el testimonio de uno de los jóvenes que participaba, Jorge Cuadrado, exalumno del colegio de Princesa.
Agradecemos su don, de saber transmitir con sencillez lo que ha vivido y lo que siente... Y también la generosidad de compartirlo.
Muchos de vosotros, al leer estas líneas, os sentiréis identificados... ¡Qué regalo tan grande haberse educado en una Casa de María Inmaculada!
Palabras de Jorge a M. Carmen en el aniversario de su canonización:
Realmente no sé por dónde
empezar, porque hablar de algo que es tan grande para mí, como lo es, el ser
concepcionista, no es sencillo, pues hay mucho que me gustaría decir y no sé si
conseguiré tocar todo dentro de estas líneas.
Pero lo que sí tengo muy
claro es por dónde acabar y es dándote gracias, Madre Carmen.
Gracias por todas las
reuniones, marchas y monitores del Movimiento Concepcionista Misionero, con el
que hemos ido y seguimos creciendo, aunque ahora ya como monitores, viendo cómo
tenemos la oportunidad de despertar algo distinto en esos chicos: entusiasmo,
ganas de comerse el mundo con sus sueños, luchar por ser ellos mismos,
descubrir que ser libre es vivir desde dentro, desde el corazón. A esos chicos,
que un día fuimos nosotros, podemos transmitirles lo que vimos y lo que pudimos
aprender, para que así, algún día, sean ellos los que den testimonio con su
vida.
Gracias por el Centro
Juvenil, por las tardes de los sábados y por esas pedazo de convivencias en
Villaviciosa, con el que pudimos experimentar que la vida no es vida, sino se
entrega en hacer felices a los otros, ya sea jugando con los pequeños del cole,
como devolviendo a nuestros mayores, en nuestras visitas a las Rozas, una
pequeña parte del cariño que una vez recibimos y seguimos recibiendo, pues con
cada sonrisa, nos siguen dando el mayor de los regalos.
Gracias por el Grupo de
Universitarios que nos sigue dando esos respiros y trayéndonos esa esencia, que
una vez fuera tanto echamos de menos, y con el que seguimos aprendiendo que
nuestra etapa como concepcionista no acaba cuando sales por la puerta del
colegio, sino que es una manera de vivir y de entender la vida.
Pero sobre todo gracias, Madre
Carmen, por creer y apostar por una formación basada en unos ideales de los que
todos nos sentimos orgullosos, gracias por inspirar a tantas personas para que,
atraídos por tu proyecto, hayan entregado y sigan entregando día a día, su vida
por nosotros, los jóvenes, por darles fuerzas para que sigan creyendo y luchando,
por lo que tú un día soñaste.
Gracias por todos los que
escuchando tu llamada, nos ofrecen la oportunidad de vivir la vida de una forma
distinta, de vivirla intensamente a cada instante, de vivirla caminando en familia,
y viendo que el camino nunca lo hacemos solos.
Por eso hoy en el primer
aniversario de tu canonización, los jóvenes nos queremos acercar un poquito más
a ti, por tanto como nos has dado y sigues dando, para decirte: GRACIAS MADRE
CARMEN.
JORGE, tocando la guitarra y cantando
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