lunes, 1 de mayo de 2017

EXPERIENCIAS DE LA PASCUA EN TOLEDO

"Cosa prometida es medio debida; y debida enteramente si quien promete no miente". Vamos, que LO PROMETIDO ES DEUDA... por eso aquí tenéis ya algunos testimonios de las experiencias vividas en la Pascua de Toledo. ¡Gracias a los que nos las habéis enviado!

MIGUEL ANGEL SERRANO, PADRE DE FAMILIA Y MIEMBRO DEL MLC NOS DICE:"NO SE HACERLO DE OTRA FORMA"
Llevo desde mi adolescencia celebrando la Pascua en comunidad, primero en Montañeros de Santa María, luego en Monasterios y Pascuas organizadas, pero todas tienen el mismo denominador común, que las he hecho con mi familia y amigos... aunque no sé si hay diferencia.
Ahora viene lo bueno, llevamos más de cinco años haciendo lo “mismo” y nunca es igual, celebramos la Pascua en una parroquia de Toledo con mis amigos y mi familia Concepcionista.
Me vienen a la cabeza muchos padres con los que hemos celebrado año tras año la Pascua con nuestros hijos, propios y ajenos, teniendo a Carmen Sallés como centro de nuestras vidas, cada año un padre nuevo y una vida nueva que se une a nosotros.
Tres días intensos en los que compartimos confidencias, oraciones y otras actividades que nos hacen crecer y querer seguir así todo el año y continuar en más actividades Concepcionistas. Este año fue especial, no pudimos dormir en el mismo centro que los jóvenes pero esto permitió que ellos crecieran y fueran más responsables​ de sus actos y que los mayores pudiéramos compartir nuestras experiencias como padres y católicos en la vida diaria.
Hay cinco personas que han marcado esta Pascua, una es Javier, joven parapléjico desde hace un año tras ser atropellado y que con  22 años  y la ayuda de su madre están venciendo a un imposible para recuperar su vida. Otras son Gema y Jordi, monitores de los jóvenes de la parroquia San José Obrero y ejemplo de conversación y entrega. Y el quinto es mi AMIGO ADRIÁN, de servicio en Mali, y que estaba en el corazón de todos nosotros.
Otro año haciendo lo “mismo”, pero siempre diferente, muriendo a nuestro hombre viejo y volviendo a resucitar, a emocionarnos, a convivir con nuestra GRAN FAMILIA, a la que estamos orgullosos de pertenecer y que año tras año nos abre el corazón y nos da fuerza para continuar y poder caminar llenos de entusiasmo. ADELANTE, SIEMPRE ADELANTE.
Gracias a las hermanas Concepcionistas, a Concha y a Almudena, que nos hacen la vida más fácil y se dejan la piel para que nosotros vivamos estos días maravillosos. GRACIAS.



AURORA MARTÍNEZ HERNANDO, ALUMNA DE 2º BACH DEL COLEGIO DE HORTALEZA COMPARTE CON NOSOTROS....
Esta mañana al despertarme después de dormir bastante poquito tras 4 días de Pascua en Toledo, he cogido el móvil, he abierto el what's app, y he leído uno, un tanto distinto que me invitaba a dar testimonio de lo vivido días anteriores... Bueno, pues estaba aún un poco dormida y cerré sin más la aplicación para acto seguido meterme en Twitter y empezar a pasar rápido hacia arriba sin prestar mucha atención y esperando encontrarme algún video de esos graciosos.... hasta ahí todo acorde con alguien de mi edad ¿no? Pues desbaratando mis planes, un tweet que un conocido había retuiteado, me llamó la atención. Era del mismo Don Carlos Osoro, arzobispo de Madrid; y decía tal que así: "No te dejes engañar, no tengas miedo, sal al mundo y sé testigo de lo nuevo, de lo que Jesús te hace ver en ti y en los demás." Mi cara fue un auténtico cuadro, ¿casualidad encontrarme justo lo que necesitaba escuchar? Quizá si, pero quizá no, y por eso, abrí de nuevo la conversación que había dejado a medias y contesté. Verdaderamente habían sido cuatro días únicos; para mí, los primeros de muchos y no podía desaprovechar la oportunidad de compartir aunque solo fuera, una diminuta parte de lo sentido. El jueves por la mañana llegamos a Toledo y lo que para unos fue tiempo de reencontrarse con amigos, para otros fue momento de asimilar un montón de caras nuevas. Se nos invitó a "apasionarnos", a abrir el corazón, a parar por unos días, y se nos dio una pulsera. "Te quiero mucho" ponía. Fuimos expresando en cada silencio y cada acorde lo que a nuestras palabras se escapaba. 

El viernes fue un día para dejarse llenar, y dejar que nos acariciasen el corazón ciertas personas, con su realidad, su experiencia y su dedicación; pero los héroes que nos dieron testimonio, no llevaban exactamente capa, sino que eran parte de nuestro pequeño pero gran grupo. No se nos estaba obligando a nada, pero todos sentimos la necesidad de responder a ese "te quiero mucho". ¿Que mejor forma que estar allí? En cada momento de oración, compartiendo en los grupos, cantando, dando palmas, en las procesiones, las vigilias, los oficios, en el Via Crucis, con la aplicación de las campanas, cansados, bailando, afónicos, de rodillas en el banco, sentados en el césped, con una camiseta tres tallas más grande, apretados en el coche, y con la guitarra a la espalda... simplemente estando ahí, en nuestras vacaciones; a cada momento, con una sonrisa, frente al sagrario, sin decirlo, pero sintiéndolo... "y yo a Ti, Señor, y yo a Ti." Sin duda alguna, el eterno segundo trimestre, había merecido la pena... Gracias a Madre Nieves, a Madre María, Concha, Almudena, y todos los veteranos, a Quillo y a los jóvenes de su parroquia. Gracias a toda esa gente con nombre y apellidos, que son "la pasión" de Dios, y han sido para mí, su rostro esta Pascua. 

M. MARÍA SAIZ, RELIGIOSA CONCEPCIONISTA, TAMBIÉN QUIERE COMPARTIR SU EXPERIENCIA:
“Cuánto he deseado comer esta Pascua con vosotros”… ardientemente, dice el Evangelio, con un profundo amor.  Y desde ahí nuestro lema de la Pascua: ¡SOMOS LA PASIÓN DE DIOS, APASIÓNATE!!
La convivencia, las celebraciones, los cantos, la alegría, la comprensión, el cariño, el compartir, la oración… todo nos ha unido en el corazón de Jesús.
GRACIAS JÓVENES POR VUESTRA RESPUESTA APASIONADA, ¡vosotros sois el regalo que Dios nos ha confiado!  ¡CUÁNTO AMOR HABÉIS PUESTO EN TODO EN ESTOS DÍAS!!
CREO de veras que Jesús está vivo, ¡CRISTO HA RESUCITADO! No me lo han dicho, lo he visto con mis propios ojos, lo he escuchado, sentido y vivido junto a vosotros y los adultos de esta Pascua. Hemos celebrado y orado juntos y Él se ha hecho presente tocando nuestras vidas.
Quiero dar GRACIAS A DIOS Y A MI CONGREGACIÓN por la oportunidad de vivir un año más esta PASCUA DE SERVICIO, DE FRATERNIDAD, DE FAMILIA CONCEPCIONISTA.
Ahora de vuelta a Galilea…sigamos siendo misioneros de la alegría, de la esperanza y del amor, mensajeros del evangelio, ¡¡TESTIGOS APASIONADOS DEL SEÑOR!!!

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