Desde Toledo nos llega un nuevo testimonio de la Pascua. Quien nos escribe es una joven de esta preciosa ciudad y a quien damos la bienvenida y calurosa acogida en nuestro blog, dándole las gracias por querer compartir con nosotros y unirse a nuestra red. ¡GRACIAS, MIRIAM!
¿Qué
palabra describiría mi Pascua 2017?: GRACIAS.
Ha
sido el primer año que he vivido la Pascua en la parroquia de San José Obrero, junto a los jóvenes del barrio y a un grupo
Concepcionista que viene desde Madrid y otros puntos de España, puesto que
aunque soy del barrio pertenezco a la parroquia de Santa María. Comencé la
Pascua ilusionada, ya que suponía una experiencia nueva y también con muchas
ganas. El motor que me ayuda siempre a entrar en la Pascua y la Semana Santa es
la representación de La Pasión, una gran familia de la que afortunadamente
formo parte. Gracias a ellos decidí vivir la Pascua de forma diferente, vivirla
con ellos.
La
verdad es que ha sido un regalo tras otro. Desde el minuto 1 me sentí una más
y, sobre todo, me sentía en casa. Uno de los momentos clave fue cuando me
preguntaron “Y tú, ¿Qué esperas encontrar en esta Pascua?” A partir de ahí
comencé a disfrutar de cada momento, de cada sonrisa, cada conversación, cada canción,
cara oración… Yo no quería simplemente acercarme más al Señor como decían
muchos, yo quería encontrarme con Él, ¡¡apasionarme!!
No
podría definir un solo momento de la Pascua como “el mejor” porque fueron
muchos. El jueves comenzamos con la acogida de los jóvenes Concepcionistas, fue
una alegría ver a tantos que vienen desde otros lugares, dejando, quizás, sus
amigos, su casa, sus vacaciones… para darlo todo por y para Él durante estos
días. Después, continuamos la mañana con la reunión de grupos, donde tuve la
suerte de estar con los adolescentes que, aunque eran poco habladores, tenían
mucho que contar. La Hora Santa y la visita a los monumentos que hicimos por la
noche fueron muy especiales. En la primera me quedo con la letra de una canción
que decía “Quien pierde su vida por mí, la encontrará, la encontrará” y en la
segunda con una palabra que me hizo reflexionar: “El que no vive para servir no
sirve para vivir”.
El
viernes fue un día emocionante gracias a los testimonios que recibimos, la
adoración a la Cruz y algunas conversaciones que tuvimos en los ratos libres.
El sábado fuimos al encuentro de Jóvenes de todas las Pascuas de la Diócesis de
Toledo y una de las cosas que más me gustó fue poder compartirlo con mis
amigas, con mis chicos de San José, los jóvenes concepcionistas y con todos los
que se animaron a participar en este encuentro.
En
esta Pascua no solo he conseguido APASIONARME y encontrarme con Él, sino que además
todos juntos le hemos acompañado en su Última Cena, en su muerte y en su
resurrección. Que la alegría que todos hemos compartido estos días no se quede
solo en eso, sino que sepamos transmitirla a todos los que nos rodean. Como
dice la canción:
¡CRISTO VIVE, ANÚNCIALO!
¡Ésta es la juventud de Cristo!
Miriam, joven del grupo de Toledo
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