Después de unos años de formación como Junioras, las religiosas concepcionistas estamos tres meses en la Casa de Espiritualidad de Marcilla (Navarra) para prepararnos para dar un Sí definitivo a Dios, con la Profesión Perpetua.
Es una Ceremonia solemne y muy especial, llena de simbolismo y acompañadas por la Comunidad de religiosas, la familia, amigos...; públicamente se promete a Dios vivir en pobreza, castidad y obediencia para siempre.
Felicitamos desde nuesto blog a M. Doris y M. Florence, de África; M. Esther, M. Ana y M. Bona, de Corea; y a M. Lucita, de Filipinas; porque han cumplido su deseo de entregar su vida a Dios y a los demás, a través de la enseñanza, en la congregación concepcionista.
Rezamos por ellas y pedimos a la Virgen Inmaculada que las acompañe y ayude a vivir en fidelidad, con sencillez y generosidad.
El Señor, que es fiel a sus promesas, os llevará de la mano.
"¡Adelante, siempre adelante... Dios proveerá!"
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