“Nuestro deseo fundamental: agradar a Dios en todas las cosas. Tenemos
que ser agradecidos a tantos favores recibidos de Dios. Son manifestación de un
corazón que nos ama”
REFLEXIÓN DE M. ISABEL MORAZA, rcm
¿Eres tú mismo? ¿Te inquieta no agradar a alguien?
Cada día, desde que abres los ojos, Alguien te
quiere, te precede. Gratuitamente, incondicionalmente. ¡Gran confianza despierta y expulsa el temor!
¡Qué gozo vivir en su compañía! ¡Qué proyecto buscar lo que le agrada! Gracias…
gracias… gracias.
Pero, puedes vivir distraído, como del latido del
corazón o del aire que respiras…
Y puedes mirar hacia dentro y darte cuenta de esa
presencia, que hace brotar la sonrisa del agradecimiento, el rubor al sentirte
elegido, el paso disponible a la respuesta…
Si miras hacia dentro, y así te sientes amado,
agradarás con palabras, con gestos, con reacciones al Dios que vive en el
corazón.
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