¡Gracias y adelante! Que Dios siga bendiciendo la misión concepcionista en las tierras mejicanas.
Ya tenemos a santa Carmen Sallés en muchos altares, pero del que hablamos es especial. Es el que le ha preparado el Colegio Carmen Sallés de Jiutepec (Edo. Morelos) con ocasión de la “Fiesta de los muertos”, que es considerada patrimonio cultural de la humanidad.
En esta fiesta cada familia hace en casa “su altar” dedicado a sus muertos y le pone, además de sus fotografías, la comida que le gustaba (chile, pozole, tacos, quesadillas, mole, tamales,…), pan de muertos, las flores típicas, frutas y dulces, una vasija con sal, otra con agua, las velas, los colgantes de papel picado, entre otros componentes del altar.
La historia dice que esta fiesta de los muertos parece ser de origen prehispánico, es decir antes de la llegada de los españoles y se celebraba en otras fechas. Después se hizo un sincretismo haciéndola coincidir con el Día de todos los Santos y sobre todo el Día de los Difuntos. Los mexicanos se felicitan diciendo: “feliz día de muertos” o de “muertitos” (casi todo lo hacen en diminutivo, hasta los muertos). En realidad el día de todos los Santos dicen que lo dedican a los muertos chiquitos (a los niños) y el de difuntos a los mayores. El caso es que es una gran fiesta la de los muertos por estas latitudes.
Pues bien: M. Carmen tuvo el homenaje de todo el Colegio con un gran altar dedicado a ella como podéis apreciar en la foto.
M. Rosario Moreno,rcm
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