Cada 21 de Noviembre es diferente, aunque parezca igual...Pregón, Eucaristía, entrada en procesión de la Virgen Niña, hebreos, angelitos..., fiesta en el cole, disfraces, puestos...
La diferencia está en ti, en mí..., que un día fuimos alumnos de infantil, que un día nos vistieron de San Joaquín o Santa Ana... La diferencia está en que un año nos tocó preparar el pregón y disfruté como alumno en la fiesta más divertida de mi cole... Después pasé a ser exalumno/a y a vivirlo de otra manera... Pero siempre el recuerdo, cada 21 de noviembre, de una fiesta grande. Siempre, la nostalgia en mi interior, de esa Virgen Niña, que me recuerda que un día yo también lo fui... Y en la intimidad de mi corazón resuena ese "a ti mi Virgen Niña...", y el tostón que nos daba el profe de música con las flautas y los carrillones, ensayos y más ensayos, para que todo saliese bien...
Cuando estos días vuelvo a escuchar "Viva la Niña María", se me alegra el corazón y todo se vuelve de fiesta, para los que están todavía en un colegio concepcionista, y para los que ya no lo están... Es como un "grito común" que nos hace vibrar.
Gracias, M. Carmen, por querer mantener esta tradición que tú viviste en tu infancia, en los colegios concepcionistas.
Gracias, Religiosas y profesores concepcionistas, que seguís transmitiéndonos el amor a la Virgen y no estimáis tiempo ni dedicación para hacernos disfrutar en estos días.
Una vez más, y ojalá que sean muchos más, a pleno pulmón decimos:
¡VIVA LA NIÑA MARÍA!
¡FELIZ FIESTA A TODOS!
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