El Magníficat fue la oración que espontáneamente brotó de la Virgen María cuando fue a visitar a su prima Isabel y ambas se encontraron, se fundieron en un abrazo, compartiendo el gozo de poder ser madres, conscientes de la obra que Dios había hecho en ellas.
Con el paso del tiempo se convirtió en un canto y oración cristiana. Su nombre, Magníficat, viene del latín, ya que la primera frase de esta oración comienza así: "Magníficat anima mea Dominum" ("Engrandece mi alma al Señor")
Esta preciosa oración puedes encontrarla en el evangelio de Lucas en el capítulo 1, versículo 46. Dentro del rezo de la Liturgia de las horas, el Magníficat es el canto evangélico empleado en el rezo de vísperas.
¡FELIZ DÍA DE LA VISITACIÓN! Que como María, hoy cantes de gozo y alabes a Dios por todo lo bueno que ha hecho en ti.
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